Con la explotación comercial de las colonias americanas, se traen al puerto de Sevilla cientos de personas de origen africano para ser vendidas como esclavas. Algunas serán exportadas a las colonias y otras quedarán en la ciudad. Estas últimas formarán una población afroandaluza, que irá ganando su espacio en la sociedad enfrentándose desde el principio a su situación de esclavitud y a los fuertes prejuicios raciales. La música y el baile serán su expresión y seña de identidad más importante. En los arrabales de Sevilla o Cádiz, dará forma a toda la música popular de la época, junto con otras poblaciones marginales, gitanas, moriscas o andaluzas. A partir del S.XIX, la población negra comienza a desaparecer por asimilación con otras poblaciones marginales como la gitana. Es en ese siglo cuando empieza a hablarse de una nueva música: el flamenco. Desde sus orígenes el abordaje teórico que ha hablado sobre ella, ha olvidado por completo la aportación fundamental de las personas afroandaluzas.